Los investigadores han descubierto una solución inesperadamente eficaz (y sorprendentemente barata) para crear boquillas ultrafinas utilizadas en la impresión 3D: la probóscide del mosquito egipcio hembra. Este avance, denominado “necroimpresión 3D”, aborda un importante cuello de botella en el campo de la bioimpresión y la ingeniería de tejidos, donde la creación de estructuras a escala microscópica se ha visto obstaculizada por equipos costosos y frágiles.
El problema con las boquillas existentes
Las boquillas de impresión 3D tradicionales capaces de producir estructuras extremadamente finas son costosas (más de 80 dólares por boquilla) y a menudo se rompen fácilmente. Los intentos de fabricar herramientas de precisión a partir de materiales como el vidrio han demostrado ser demasiado frágiles y costosos para su uso generalizado. Esta limitación ralentizó el progreso en áreas como la creación de vasos sanguíneos artificiales y otros tejidos de reemplazo.
La solución inesperada de la naturaleza
En busca de una alternativa, los investigadores de la Universidad McGill dirigidos por Changhong Cao recurrieron a la naturaleza. Después de considerar varias herramientas biológicas, incluidos aguijones de escorpión y colmillos de serpiente, descubrieron que la probóscide del mosquito Aedes aegypti era perfectamente adecuada para la tarea. Estas boquillas naturales pueden imprimir estructuras tan delgadas como 20 micrómetros, rivalizando con el rendimiento de las alternativas comerciales y siendo significativamente más baratas.
“Si la Madre Naturaleza puede proporcionarnos lo que necesitamos a un costo asequible, ¿por qué hacerlo nosotros mismos?” – Changhong Cao, Universidad McGill
Escalabilidad y rentabilidad
El proceso también es altamente escalable. Un técnico experimentado puede producir seis boquillas utilizables por hora a partir de piezas bucales para mosquitos a un costo de menos de 1 dólar cada una. Las boquillas, aunque biológicas, son sorprendentemente duraderas: mantienen su funcionalidad hasta dos semanas y permanecen viables durante un año cuando se almacenan congeladas.
Aplicaciones en bioimpresión y más allá
Los investigadores probaron con éxito las boquillas de la probóscide del mosquito con biotinta Pluronic F-127, un material utilizado para crear estructuras para el crecimiento de tejidos biológicos, incluidos los vasos sanguíneos. Esto abre vías potenciales para imprimir órganos de reemplazo y otras estructuras biológicas complejas.
Ingeniería superior de la naturaleza
Esta innovación destaca una tendencia creciente: los ingenieros recurren cada vez más a la naturaleza en busca de inspiración, reconociendo que millones de años de evolución ya han resuelto muchos desafíos de diseño complejos. Desde antenas de polilla utilizadas en drones que buscan olores hasta arañas muertas reutilizadas como pinzas mecánicas, la naturaleza a menudo ofrece soluciones superiores y de bajo costo. Como señala Christian Griffiths de la Universidad de Swansea: “Hay un par de millones de años de evolución de los mosquitos: estamos tratando de ponernos al día con eso”.
El uso de probóscides de mosquitos representa una solución inteligente a un obstáculo tecnológico importante, lo que demuestra que, a veces, las mejores herramientas ya están disponibles; solo tenemos que buscar en el lugar correcto.




































































