La Circulación Meridional de Inversión del Atlántico (AMOC) es un poderoso sistema de corrientes oceánicas crucial para la regulación del clima global. Actúa como una cinta transportadora gigante, transportando agua cálida desde los trópicos hacia el norte y luego devolviendo agua más fría hacia el sur. La mayoría de los modelos climáticos predicen que esta circulación vital se debilitará a medida que aumenten las emisiones de gases de efecto invernadero, pero determinar exactamente cuándo y cuánto se desacelera sigue siendo un desafío.
Ahora, los científicos han descubierto una señal reveladora del debilitamiento de AMOC oculta dentro del propio Océano Atlántico. Su investigación, publicada en Communications Earth & Environment, apunta a una tendencia al calentamiento a profundidades medias (de 1.000 a 2.000 metros) en el Atlántico ecuatorial, una firma directamente relacionada con los cambios de AMOC.
Seguimiento de cambios desde el polo al ecuador
Para comprender esta conexión, piense en ella como ondas que se extienden hacia afuera. El equipo, en el que participan investigadores del Instituto de Oceanología de China e instituciones de Estados Unidos, utilizó modelos climáticos sofisticados para rastrear cómo las variaciones de AMOC se propagan a través del océano. Descubrieron que un AMOC debilitado provoca un calentamiento en el Atlántico Norte subpolar. Este calor genera luego ondas llamadas “ondas baroclínicas de Kelvin” que viajan rápidamente hacia el este a lo largo del borde occidental del Atlántico Norte, llegando finalmente al ecuador y extendiéndose más.
Este proceso transforma las profundidades generalmente más frías cerca del ecuador en zonas más cálidas: el mismo cambio detectado en las últimas décadas.
El Atlántico Ecuatorial: Una encrucijada climática
El Atlántico ecuatorial juega un papel fundamental en este fenómeno. Como explica el autor principal, el profesor Li Yuanlong, “Nuestros hallazgos revelan que el Atlántico ecuatorial sirve como un cruce crítico para que las señales dinámicas relacionadas con AMOC se propaguen por todo el océano global”. Estas tendencias de calentamiento medio no son sólo locales; Actúan como poderosos mensajeros que transportan información sobre cambios lejanos en el Atlántico Norte.
Mirando más allá de las pistas superficiales
Al examinar décadas de datos de observación, el equipo confirmó que esta tendencia de calentamiento de profundidad media surgió después de 2000. Es importante destacar que se destaca frente a las fluctuaciones naturales típicas del océano, lo que sugiere un debilitamiento genuino de la AMOC que probablemente comenzó a finales del siglo XX. Este hallazgo desafía suposiciones anteriores que se basaban principalmente en lecturas de temperatura de la superficie, que pueden ser engañosas debido a las variaciones atmosféricas.
Al centrarse en estos patrones de calor de las profundidades marinas, los científicos ahora tienen un indicador más confiable y consistente para rastrear los cambios en esta corriente oceánica crítica.
Comprender la trayectoria de AMOC es crucial porque incluso un ligero debilitamiento tiene consecuencias de amplio alcance, desde alterar los patrones climáticos hasta impactar los ecosistemas marinos regionales. Esta nueva investigación proporciona información valiosa sobre la compleja interacción entre el Océano Atlántico, el cambio climático y el delicado equilibrio de nuestro planeta.






































































